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lunes, 1 de marzo de 2010

FUNCIONARIOS SIN “VISA”

El PLD con Leonel Fernández volvió al poder. Y oh, ironía de la vida. Ahora resulta que medio gobierno no tiene visa de Estados Unidos por vínculos con el lavado de dinero proveniente del “bajo mundo” y por narcotráfico.

Por: Juan Taveras Hernández


Cuando el entonces Consultor jurídico del Poder Ejecutivo Guido Gómez Mazara fue despojado del visado que le permitía viajar a Estados Unidos se produjo un escándalo mayúsculo en los medios de comunicación. Las especulaciones en programas dirigidos contra el gobierno de Hipólito Mejía resultaban inverosímiles.

La fuerza mediática del PLD se puso exitosamente a prueba. Guido Gómez Mazara era una excusa para arremeter contra el presidente Mejía y contra el PRD. Pasó el tiempo. El PLD con Leonel Fernández volvió al poder. Y oh, ironía de la vida. Ahora resulta que medio gobierno no tiene visa de Estados Unidos por vínculos con el lavado de dinero proveniente del “bajo mundo” y por narcotráfico. Ministros, vice ministros, generales de las Fuerzas Armadas y la Policía, no pueden viajar a territorio estadounidense. Y nadie dice nada. La gran prensa sabe todo el cuento.

La “lista” de los que no tienen visa anda de mano en mano. El rumor público cita nombres importantes. El ex presidente Hipólito Mejía declaró no hace mucho que “la droga le cae entre los pies” al presidente Fernández. Esa afirmación, que en cualquier otro país habría provocado titulares de primera página en todos los diarios, extrañamente pasó desapercibida. Mientras tanto, todos los días la violencia que provoca el narco cobra más víctimas.

Los capos y sus cómplices caen acribillados a balazos. El caso Figuereo Agosto pone de manifiesto el auge del narcotráfico y los niveles de tolerancia y complicidad oficial, al extremo de que dirigentes políticos relevantes y personalidades del mundo empresarial hablan de la existencia de “un narco Estado” o de “un narco gobierno”. El caso es tan grave, que funcionarios civiles y militares han perdido sus visas por la misma razón en más de una ocasión. Gente que no se reivindica, que reincide. El gobierno de Estados Unidos juega a la política con el tema.

Asusta, presiona, quita visado, pero no hace nada, sobre todo cuando se trata de funcionarios importantes, los llamados “pejes gordos”. Los que pide en extradición no juegan un papel importante en la administración pública, ni en la política. Es una constante. Eso no significa que esos cómplices del narco sean dejados tranquilos.

No, las investigaciones no cesan. Las pruebas se van acumulando para el momento oportuno. La potencia no quiere una crisis política de gran envergadura por ninguna razón. Y menos en un país como el nuestro donde no hay turbulencia social, ni posibilidades de cambios radicales en la estructura del Estado. Ya vendrá el momento de actuar. El poder es como un columpio. Unos suben, otros bajan. Y no es lo mismo estar arriba que abajo. Muchos ministros viajan a Estados Unidos con visa oficial. Cuando ya no tengan los cargos no podrán viajar a “los países”.

En lo que llega ese momento, que parece no será por ahora porque el gobierno compró a precio vil a los partidos de oposición, a una parte de la sociedad civil, del sindicalismo y hasta de las fuerzas populares, el pueblo dominicano seguirá sufriendo los embates del narcotráfico, la delincuencia callejera y el robo de los dineros públicos. La corrupción continuará costándole al pueblo más de cien mil millones de pesos todos los años. Por supuesto, el líder y guía del presidente de la República, Zar de “la lucha contra el narco”, jefe de la moralidad y la ética del gobierno, no se enterará de nada, ni dirá nada. Ese señor ve droga y crimen sólo en el PRD. De eso ha vivido como un príncipe los últimos 20 años.

Ya lo decía el doctor Balaguer, “el problema no es nombrarlo, el problema es quitarlo después”. Y tenía razón. Como razón tienen los que sostienen que el narcotráfico seguirá creciendo y cobrando víctimas mientras no haya un cambio de gobierno, mientras no llegue un gobierno serio y responsable dispuesto a combatir seriamente el flagelo del narcotráfico con todas sus consecuencias.

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